Con el aumento del ransomware, las pequeñas y medianas empresas (o pymes) se enfrentan a ataques cada vez más sofisticados, que ponen en riesgo la continuidad empresarial y los datos de importancia crítica. La frecuencia de los ataques de ransomware aumenta a un ritmo alarmante; cada 11 segundos una empresa sufre un ataque. La situación es preocupante: el 80 % de las empresas ya han sido víctimas de un ataque en los últimos años y, lo que es más grave, el 25 % de todos los ciberataques incluyen ahora cargas útiles de ransomware. Con este panorama, las pymes tienen verdaderas dificultades para proteger sus sistemas.

Para colmo de males, las empresas no pueden contratar a suficientes profesionales expertos en ciberseguridad y TI. Además, la era de la IA está aquí y hay servicios, como ChatGPT, que permiten a los ciberdelincuentes redactar mensajes de correo electrónico de phishing perfectos y mejorar continuamente su funesta estrategia, gracias al aprendizaje automático (ML).

Las soluciones antimalware y antiransomware tradicionales no consiguen afrontar las ciberamenazas modernas, ya que, para detectar las amenazas de malware conocidas durante la intrusión inicial, se limitan al empleo de firmas, lo que no permite identificar las amenazas de día cero o desconocidas hasta el momento. Además, las soluciones tradicionales no pueden bloquear el ransomware a tiempo para evitar que se dañen o eliminen las instantáneas de volúmenes, lo que prácticamente imposibilita la recuperación tras sufrir un ataque.

Además, todos los días surgen nuevos tipos de ransomware, que evolucionan para evadir las medidas de seguridad tradicionales desplazándose lateralmente, filtrando datos y cifrando datos críticos, por lo que es difícil detectarlos con procesos antimalware basados en comportamientos. Todo esto hace que las soluciones tradicionales sean ineficaces contra los nuevos y sofisticados ataques de ransomware, especialmente cuando los ciberdelincuentes retienen la clave de cifrado y amenazan con filtrar datos confidenciales, impidiendo a las empresas recuperar los datos perdidos.

Los expertos del sector recomiendan que los MSP y sus clientes dejen de fiarlo todo a las soluciones antimalware y antiransomware tradicionales. Las amenazas modernas requieren un enfoque de la ciberseguridad más integral y por niveles. Al adoptar soluciones más avanzadas que emplean inteligencia artificial, aprendizaje automático y análisis de comportamientos, las empresas pueden mejorar su protección contra estas ciberamenazas sofisticadas y en evolución.

Pero ¿cómo definir qué grupo de soluciones garantiza la protección contra el ransomware actual? En primer lugar, asignamos los componentes esenciales a las fases de los ataques de ransomware para demostrar una protección integral y, en segundo lugar, utilizamos el marco del NIST como referencia para mostrar el cumplimiento de normativas.
Abrir chat
1
Escanea el código
Qudits Cloud Technology
Hola 👋
¿En qué podemos ayudarte?